Para que una ayuda auditiva funcione correctamente se requiere una buena adaptación. Ésta no se consigue en un primer intento, sino que es fruto de numerosos ajustes finos que el profesional realiza en las visitas de seguimiento.

Con esta tecnología, los audífonos proporcionan al profesional datos de todas las operaciones realizadas durante su funcionamiento. De este modo, se aumenta la información de la que disponen los profesionales, permitiéndoles realizar una mejor adaptación.